Una velada musical con… la imaginación

En la primera velada musical la cita es con la imaginación. Comenzaremos con un Noneto para viento y cuerdas (flauta, oboe, clarinete, trompa, fagot, violín, viola, violonchelo y contrabajo) de la compositora francesa Louise Farrenc que, si bien vivió en la plenitud del siglo XIX, mantiene una estética clásica, con líneas claras y apolíneas, pero de una gran creatividad que parte desde la disposición misma de los instrumentos que escoge a la relación que establece entre ellos. Del mismo modo, el Quinteto con dos violonchelos de Franz Schubert es un regalo para los instrumentistas de cuerda que, a lo largo de sus cuatro extensos movimientos, profundizan en los registros de la familia de la cuerda, ofreciendo al público una experiencia sensorial colorista y emocionante.